🌱 Introducción
🔍 Fundamentos teóricos del consultor como agente de cambio
Schein (2010) amplió este enfoque al introducir el concepto de consultoría de procesos, donde el papel del consultor no es imponer soluciones, sino ayudar a la organización a aprender sobre sí misma, promoviendo la autodiagnosis, la reflexión colectiva y el aprendizaje organizacional.
🧠 El consultor en el contexto de las universidades públicas mexicanas
En las universidades públicas, el cambio organizacional suele estar condicionado por normas institucionales rígidas, estructuras jerárquicas y procesos administrativos lentos. Sin embargo, también existe un capital humano altamente calificado y un fuerte sentido de compromiso social, elementos fundamentales para la transformación.
El consultor en este entorno tiene que desempeñar múltiples funciones:
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Diagnóstico organizacional: Identificar áreas problemáticas en la gestión académica, administrativa y humana.
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Mediación y comunicación: Favorecer el diálogo entre autoridades, docentes, estudiantes y personal administrativo.
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Formación y capacitación: Promover talleres de liderazgo, trabajo en equipo y comunicación asertiva.
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Evaluación y mejora continua: Acompañar procesos de autoevaluación institucional, como los de acreditación o certificación de programas educativos.
Estos casos evidencian cómo el DO no se limita a procesos administrativos, sino que impulsa la transformación cultural de las universidades hacia modelos más flexibles, inclusivos y sostenibles.
⚙️ Roles, habilidades y ética profesional del consultor
Los roles descritos en el texto —descubridor de hechos, especialista técnico, colaborador para solucionar problemas, capacitador de adultos y “abogado del diablo”— le permiten intervenir en distintos niveles del sistema universitario (p. 330).
Por ejemplo:
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Un consultor técnico puede diseñar indicadores para medir la eficiencia administrativa en facultades.
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Un consultor colaborativo puede facilitar espacios de reflexión entre docentes y directivos para mejorar el clima laboral.
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Un consultor reflexivo puede apoyar la reestructuración curricular con enfoque en competencias y pertinencia social.
En todos los casos, su objetivo no es “cambiar por cambiar”, sino desarrollar la capacidad de cambio dentro de la organización.
🔄 Teoría y práctica del cambio organizacional universitario
El desarrollo organizacional parte de la idea de que el cambio debe ser planificado, participativo y evaluable. Hernández, Fernández y Baptista (2006) señalan que en todo proceso de investigación-acción las variables independientes (programas de DO) generan efectos en variables dependientes (como la motivación, el clima laboral o la productividad).
Aplicado a la universidad, esto implica que un programa de DO —por ejemplo, un proyecto de fortalecimiento de tutorías académicas— puede mejorar la comunicación, la coordinación y el sentido de pertenencia institucional.
Asimismo, los problemas de validez interna y externa que señala Desarrollo organizacional (2024, pp. 336–339) se manifiestan cuando los resultados obtenidos en una facultad no pueden generalizarse a toda la universidad. Por ello, el consultor debe utilizar métodos triangulados, evidencias cuantitativas y retroalimentación constante para asegurar la fiabilidad de sus diagnósticos.
🌍 Tendencias contemporáneas del desarrollo organizacional
Las macro fuerzas globales —cambio tecnológico, globalización, diversidad laboral y cambio constante— obligan a las universidades a repensar sus estructuras (Desarrollo organizacional, 2024, p. 339).
En este sentido, el consultor del siglo XXI debe incorporar nuevas competencias:
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Gestión del conocimiento: Aprovechar plataformas digitales para fortalecer comunidades académicas.
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Diversidad e inclusión: Promover políticas institucionales que reconozcan la pluralidad cultural, de género y generacional.
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Innovación sostenible: Vincular el DO con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente con el ODS 4: Educación de Calidad.
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Ética y responsabilidad social: Integrar la consultoría con la misión pública y social de la universidad.
Por ejemplo, durante la pandemia, universidades como la UNAM y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) aplicaron estrategias de gestión del cambio digital, donde equipos de consultores internos ayudaron a docentes y estudiantes a adaptarse a entornos virtuales, demostrando la importancia del liderazgo colaborativo y la flexibilidad organizacional.
🎓 Conclusiones
El consultor como agente de cambio no impone soluciones, construye procesos de aprendizaje. Su labor es profundamente pedagógica, porque enseña a las organizaciones a comprenderse, a reflexionar sobre sus prácticas y a diseñar su propio futuro.
Así, el desarrollo organizacional universitario se consolida no sólo como una herramienta de gestión, sino como una estrategia educativa transformadora, orientada al aprendizaje permanente, la innovación y la mejora continua de la vida institucional.
📚 Referencias
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Desarrollo organizacional. (2024). Capítulo 11: El consultor, agente de cambio organizacional y tendencias (pp. 324–346). México: Grupo Editorial Patria.
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French, J. R., & Raven, B. (1959). The bases of social power. In D. Cartwright (Ed.), Studies in social power (pp. 150–167). Ann Arbor: University of Michigan.
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Hernández, R., Fernández, C., & Baptista, P. (2006). Metodología de la investigación (4.ª ed.). México: McGraw-Hill.
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Lewin, K. (1951). Field theory in social science: Selected theoretical papers. New York: Harper.
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Schein, E. H. (2010). Organizational culture and leadership (4th ed.). San Francisco: Jossey-Bass.
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Senge, P. (2005). La quinta disciplina: El arte y la práctica de la organización abierta al aprendizaje. Barcelona: Granica.
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Universidad Veracruzana (UV). (2022). Plan de desarrollo institucional 2021–2025. Recuperado de https://www.uv.mx/planeacion/pdi/

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