lunes, 1 de diciembre de 2025

Cómo se Construye un Artículo Científico: Guía Profunda para Comprender la Evidencia que Consumimos

 


Resumen

La elaboración de un artículo científico constituye una de las tareas más complejas y decisivas del proceso investigativo. Aunque a menudo se piensa que la investigación culmina con la obtención de datos, la verdadera contribución al conocimiento ocurre cuando dichos datos se transforman en un documento claro, riguroso y accesible. Según Henríquez y Zepeda (2004), esta etapa exige coherencia lógica, dominio metodológico, adecuada interpretación estadística y una estructura formal que permita validar los hallazgos y facilitar su lectura dentro y fuera de la comunidad científica.
Este artículo profundiza en la estructura clásica de un artículo de investigación —título, autores, resumen, introducción, metodología, resultados, discusión y bibliografía— e integra un ejemplo práctico basado en un estudio hipotético sobre actividad física y bienestar emocional en jóvenes. Su propósito es brindar al público general una comprensión sólida de cómo se construye el conocimiento científico y cómo evaluar críticamente la calidad de lo que se lee.

Introducción

Comprender un artículo científico no solo es útil para académicos: hoy, cualquier ciudadano expuesto a noticias, redes sociales y contenidos digitales consume interpretaciones de investigaciones científicas. Sin embargo, la manera en que un artículo se construye influye directamente en la legitimidad de sus conclusiones. Por ello, Henríquez y Zepeda (2004) destacan la importancia de dominar esta estructura tanto para quienes escriben como para quienes leen ciencia.

La escritura científica no solo implica redactar: requiere justificar un problema, contextualizarlo, delimitarlo, seleccionar métodos válidos, analizar datos con criterios estadísticos adecuados y argumentar hallazgos de forma lógica. Para los autores, esta habilidad combina creatividad, precisión conceptual, revisión exhaustiva de literatura y sensibilidad para no caer en interpretaciones sesgadas o precipitadas.

Asimismo, los artículos científicos pueden presentarse en contextos académicos o no académicos, teniendo este último la responsabilidad de adaptar la extensión del texto sin comprometer la precisión. En ambos casos, deben responder a las preguntas esenciales: ¿qué se investigó? ¿cómo se investigó? ¿qué se encontró? ¿y qué significan esos hallazgos?
Este artículo desarrolla cada una de estas partes con profundidad, seguido de un ejemplo práctico para facilitar la comprensión.

Desglose Profundo de las Partes de un Artículo Científico

1. El título: la puerta de entrada al estudio

Un buen título orienta inmediatamente al lector. Debe ser conciso, directo, afirmativo y contener las variables principales del estudio. Henríquez y Zepeda (2004) subrayan que un título extenso o ambiguo puede generar confusión o reducir el impacto del trabajo.

Ejemplo incorrecto:
“Un análisis detallado sobre cómo los jóvenes realizan actividad física y cómo esta afecta de varias maneras su estado emocional, según diversos contextos sociales actuales”
— Demasiado largo, poco preciso y con explicaciones innecesarias.

Ejemplo correcto:
Relación entre actividad física y bienestar emocional en estudiantes de preparatoria

2. Autores e instituciones

Una investigación científica debe identificar claramente a las personas responsables del contenido. La afiliación institucional permite al lector conocer el contexto académico en el que se desarrolló el trabajo. No se incluyen grados académicos ni cargos jerárquicos, pues el foco está en la autoría intelectual.

3. Resumen: síntesis total del estudio 

El resumen es uno de los componentes más relevantes de un artículo científico, pues no solo proporciona una visión condensada del estudio, sino que también determina si un lector —especialmente quien consulta bases de datos, repositorios o buscadores académicos— decidirá profundizar en el documento completo. Henríquez y Zepeda (2004) subrayan que el resumen debe ser informativo, autónomo, exacto y estructurado, de modo que permita comprender los elementos esenciales de la investigación sin requerir la lectura del texto principal.

A diferencia de otros tipos de resúmenes (como los ejecutivos o los descriptivos), el resumen científico sigue una estructura formal cuidadosamente definida. Debe redactarse en cuatro partes diferenciadas que, si bien no aparecen separadas gráficamente, sí deben reflejar una secuencia lógica:

1. Objetivo o pregunta de investigación

El primer párrafo debe exponer con claridad qué se estudió y cuál fue la intención del investigador. Un error frecuente es usar enunciados vagos o demasiado generales. El objetivo debe ser conciso, medible y conectado directamente con la hipótesis o con la problemática planteada en la introducción.

2. Metodología

El segundo párrafo debe describir el diseño del estudio, la población, la muestra, los instrumentos utilizados, así como los procedimientos esenciales de análisis. Henríquez y Zepeda (2004) enfatizan que este apartado no debe contener detalles minuciosos, pero sí la información suficiente para que cualquier lector entienda cómo se obtuvo la evidencia.

3. Resultados principales

El tercer párrafo es el núcleo del resumen. Debe presentar los resultados más relevantes del estudio mediante valores numéricos cuando sea pertinente: promedios, porcentajes, proporciones, correlaciones, razones de riesgo, niveles de significancia, entre otros. No deben aparecer interpretaciones, solo hallazgos.

4. Conclusiones

El cuarto párrafo explica el significado esencial de los resultados, siempre vinculándolos al objetivo o hipótesis inicial. No es un espacio para reflexiones extensas ni recomendaciones amplias: más bien, debe ofrecer un cierre claro sobre qué se aprendió.

Henríquez y Zepeda (2004) recomiendan que el resumen no exceda las 250 palabras, que no incluya abreviaturas, tablas, gráficos ni citas, y que sea lo suficientemente autónomo para ser comprendido sin necesidad de acudir al resto del artículo. En pocas palabras, el resumen debe funcionar como una ventana nítida a la esencia del estudio, económica en palabras pero precisa en información.

Ejemplo profundizado de resumen científico

El objetivo de este estudio fue analizar la relación entre actividad física y bienestar emocional en estudiantes de preparatoria pertenecientes a un plantel público. Se aplicó un diseño cuantitativo correlacional con muestreo aleatorio estratificado, utilizando el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ) y una escala validada de bienestar emocional. La muestra incluyó 200 estudiantes entre 15 y 18 años. El análisis de datos se realizó mediante correlación de Pearson y regresión lineal simple.
Los resultados indicaron una correlación positiva significativa entre actividad física y bienestar emocional (r = .45, p < .01). El modelo de regresión explicó el 19% de la varianza del bienestar emocional en función de los niveles de actividad física (β = 0.43). Asimismo, se observó que los participantes con actividad física moderada o alta presentaron mayores puntajes de bienestar emocional en comparación con aquellos con actividad física baja.
Se concluye que la actividad física regular se asocia de manera significativa con un mejor bienestar emocional en adolescentes. Estos hallazgos sugieren la importancia de promover programas escolares que incentiven la práctica sistemática de ejercicio como parte del desarrollo integral de los jóvenes.

4. Introducción: fundamento conceptual del estudio

Según el documento base, esta sección debe capturar la atención desde la primera línea y presentar:

  • El problema de investigación

  • Los objetivos y/o preguntas de investigación

  • El contexto, antecedentes y revisión de literatura

  • La justificación, es decir, por qué es importante estudiar ese tema

  • Las definiciones de variables

  • Las limitaciones del estudio

Esta sección conecta lo que ya se sabe con lo que falta por conocer. La calidad de la introducción determina la solidez conceptual del estudio.

5. Metodología: el corazón de la validez

Henríquez y Zepeda (2004) destacan que el diseño metodológico debe describirse con precisión. La metodología debe responder fielmente a la pregunta de investigación.

a) Diseño

Debe especificarse si el estudio es experimental, descriptivo, correlacional, longitudinal, cualitativo, mixto, etc. Además, se explica:

  • la manipulación (o no) de variables,

  • el rol del investigador,

  • la temporalidad,

  • el nivel de análisis (correlación, causalidad, inferencia).

b) Población y muestra

Se detalla:

  • la población diana,

  • la población accesible,

  • el tipo de muestreo (probabilístico o no probabilístico),

  • el tamaño de la muestra y su representatividad.

c) Consideraciones éticas

Debe incluir:

  • consentimiento informado,

  • aprobación de comité de ética,

  • confidencialidad,

  • riesgos potenciales.

Ejemplo práctico completo

Un estudio podría describir:

  • Diseño: cuantitativo correlacional.

  • Población: 1,200 estudiantes de preparatoria.

  • Muestra: 200 seleccionados por muestreo aleatorio estratificado considerando edad y sexo.

  • Instrumentos:

    • Cuestionario IPAQ para actividad física, validado internacionalmente.

    • Escala de bienestar emocional con Alfa de Cronbach > .80.

  • Análisis: correlación de Pearson y regresión lineal.

  • Ética: consentimiento de alumnos y padres; anonimato garantizado.

6. Resultados: los hallazgos sin interpretación

Los resultados se presentan en orden lógico, con datos concretos, sin opiniones.
Incluyen porcentajes, medias, intervalos de confianza, gráficos cuando sea pertinente y se redactan con precisión estadística.

Ejemplo profundo de resultados

  • El 65% de los estudiantes realiza ejercicio moderado al menos tres veces por semana.

  • El 22% presentó niveles bajos de actividad física.

  • La media de bienestar emocional fue significativamente mayor en el grupo con actividad física regular (M = 4.1) que en el de baja actividad (M = 3.2).

  • Se encontró una correlación positiva (r = .45) y una regresión que explicó un 19% de la varianza del bienestar emocional (p < .01).

7. Discusión y conclusiones: interpretar, no repetir

Aquí el autor debe:

  • comparar sus resultados con estudios previos,

  • explicar coincidencias o divergencias,

  • analizar implicaciones teóricas y prácticas,

  • proponer recomendaciones de política pública o intervención,

  • señalar limitaciones reales sin exagerarlas.

La discusión, según Henríquez y Zepeda (2004), es argumentativa: el autor “dialoga” con la ciencia existente para justificar la validez de los hallazgos.

Ejemplo de discusión profunda

Los hallazgos concuerdan con investigaciones previas que vinculan actividad física y bienestar emocional en adolescentes. La correlación encontrada sugiere una relación consistente y significativa, aunque no causal.
Limitaciones del estudio incluyen el uso de autoinformes y la ausencia de control de variables socioemocionales externas. Futuras investigaciones podrían incorporar métodos longitudinales o sensores de actividad.


Conclusiones generales del artículo

  1. Conocer la estructura de un artículo científico permite evaluar la calidad de la evidencia.

  2. La metodología es la sección clave para determinar si un estudio es confiable.

  3. La discusión es el espacio para comprender el significado real de los datos.

  4. La ciudadanía necesita alfabetización científica para prevenir malas interpretaciones, especialmente en redes sociales.

  5. El ejemplo práctico demuestra cómo la teoría se traduce en investigación aplicada.

Referencia

Henríquez Fierro, E., & Zepeda González, M. I. (2004). Elaboración de un artículo científico de investigación. Ciencia y Enfermería, 10(1), 17–21.


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