miércoles, 31 de diciembre de 2025

La buena docencia bajo la lupa de la investigación educativa


¿Qué hace a un buen profesor? Evidencias pedagógicas para una docencia que transforma

Introducción

Hablar de buenos profesores implica ir más allá de percepciones personales o experiencias aisladas. En el campo de la investigación educativa, la figura del docente ha sido objeto de análisis sistemático, con el propósito de identificar aquellas prácticas, actitudes y saberes que inciden de manera positiva en los procesos de enseñanza y aprendizaje. La obra Cómo son y qué hacen los buenos profesores, compilada por Didier Fernando Gaviria Cortés, se inserta en esta línea de reflexión académica, ofreciendo una mirada profunda y fundamentada sobre la docencia como práctica profesional compleja.

Este artículo tiene como objetivo divulgar, de manera rigurosa pero comprensible para el público general, los principales aportes del texto, resaltando los rasgos que caracterizan a los buenos profesores, las acciones que desarrollan en su práctica cotidiana y las implicaciones de estos hallazgos para la mejora de la educación.

La docencia: más que enseñar contenidos

Uno de los ejes centrales de la obra es la concepción de la docencia como una actividad que no se limita a la transmisión de conocimientos. Ser profesor implica tomar decisiones pedagógicas constantes, interpretar contextos educativos diversos y responder a las necesidades cognitivas, emocionales y sociales de los estudiantes.

Desde esta perspectiva, la enseñanza se entiende como una práctica situada, es decir, profundamente vinculada al contexto institucional, cultural y social en el que se desarrolla. Los buenos profesores no aplican recetas universales, sino que adaptan su práctica de manera reflexiva, reconociendo la singularidad de cada grupo y cada situación educativa.

Rasgos profesionales de los buenos profesores

El análisis presentado en el libro permite identificar una serie de rasgos que distinguen a los buenos profesores y que configuran una identidad profesional sólida.

Conocimiento profundo y articulado

Los buenos profesores poseen un dominio sólido del contenido disciplinar, pero este conocimiento no es suficiente por sí solo. La obra subraya la importancia del conocimiento pedagógico, entendido como la capacidad de transformar el saber disciplinar en contenidos enseñables, comprensibles y relevantes para los estudiantes.

Este conocimiento articulado permite al docente anticipar dificultades, seleccionar ejemplos pertinentes y diseñar estrategias didácticas que favorezcan la comprensión.

Reflexión sistemática sobre la práctica

La reflexión constituye un elemento clave en la docencia de calidad. Los buenos profesores analizan de manera crítica sus acciones, evalúan los resultados de sus decisiones pedagógicas y están dispuestos a modificar su práctica cuando esta no produce los efectos esperados. Esta reflexión no es espontánea ni ocasional, sino un proceso sistemático que contribuye al desarrollo profesional continuo.

Compromiso ético y vocación formativa

El texto destaca que la buena docencia está profundamente vinculada con un compromiso ético. Los profesores reconocen su responsabilidad en la formación integral de los estudiantes y actúan con respeto, equidad y sentido de justicia. Este compromiso se traduce en prácticas inclusivas, en la atención a la diversidad y en la construcción de ambientes de aprendizaje basados en el respeto mutuo.

¿Qué hacen los buenos profesores? Prácticas docentes efectivas

Más allá de sus características personales y profesionales, los buenos profesores se distinguen por una serie de acciones concretas que desarrollan de manera sistemática.

Planificación consciente y flexible

La planificación constituye una herramienta fundamental de la práctica docente. Los buenos profesores planifican con intencionalidad pedagógica, estableciendo objetivos claros y seleccionando estrategias acordes con los propósitos de aprendizaje. Al mismo tiempo, mantienen la flexibilidad necesaria para ajustar su planificación en función de las dinámicas del aula.

Interacción pedagógica significativa

La interacción con los estudiantes es un componente central de la enseñanza. Los buenos profesores fomentan el diálogo, promueven la participación activa y generan espacios donde los estudiantes pueden expresar ideas, dudas y reflexiones. Esta interacción favorece el aprendizaje significativo y fortalece el vínculo pedagógico.

Evaluación con sentido formativo

En la obra se enfatiza que la evaluación no debe entenderse únicamente como un mecanismo de calificación. Los buenos profesores conciben la evaluación como un proceso formativo que permite identificar avances, dificultades y áreas de mejora, tanto para los estudiantes como para la propia práctica docente.

La formación docente como proceso permanente

Otro aporte relevante del texto es la concepción de la formación docente como un proceso continuo. Ser buen profesor no es una condición estática, sino el resultado de un aprendizaje permanente que se nutre de la experiencia, la reflexión y el intercambio con otros docentes.

La obra subraya la importancia de generar condiciones institucionales que favorezcan el desarrollo profesional docente, reconociendo la enseñanza como una profesión que requiere actualización constante y acompañamiento pedagógico.

Implicaciones para la mejora educativa

Comprender cómo son y qué hacen los buenos profesores tiene implicaciones directas para la mejora de la educación. Este conocimiento permite orientar programas de formación inicial y continua, fortalecer la evaluación docente y diseñar políticas educativas centradas en la calidad de la enseñanza.

Asimismo, contribuye a revalorizar socialmente la profesión docente, reconociendo su complejidad y su papel estratégico en la formación de ciudadanos críticos y comprometidos.

Conclusiones

La obra compilada por Gaviria Cortés ofrece una visión profunda y fundamentada de la docencia como práctica profesional compleja, reflexiva y éticamente comprometida. Los buenos profesores no solo enseñan contenidos, sino que construyen experiencias de aprendizaje significativas, reflexionan sobre su práctica y asumen su responsabilidad formativa con compromiso social.

Divulgar este conocimiento resulta esencial para fortalecer la cultura educativa y promover una comprensión más rigurosa y humana de la labor docente.

📚 Referencia 

Gaviria Cortés, D. F. (Comp.). (2023). Cómo son y qué hacen los buenos profesores.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario