En la constante búsqueda de metodologías educativas más efectivas y participativas, el "taller" ha emergido como una figura central. Sin embargo, su creciente popularidad ha llevado a un uso tan extendido que a menudo se desvirtúa su verdadero significado pedagógico. El libro "EL TALLER: UNA ALTERNATIVA DE RENOVACIÓN PEDAGÓGICA" del reconocido autor Ezequiel Ander-Egg , se erige como una guía esencial para comprender la esencia de esta modalidad, delimitando claramente qué es y qué no es un taller en el ámbito de la enseñanza-aprendizaje.
Desmitificando el Concepto de Taller Pedagógico
Para Ander-Egg, la confusión en torno al taller es notable, y por ello, su obra comienza con una advertencia crucial: "NO TODO ES TALLER". Es fundamental comprender que "no todo lo que se hace con el nombre de taller, es un taller en sentido estricto". El autor subraya que el término se ha aplicado de forma indiscriminada a una vasta gama de experiencias formativas , desde el ámbito de la ingeniería y la sociología hasta la educación preescolar y técnica
La moda de denominar "taller" a diversas modalidades pedagógicas ha sido una fuente principal de esta confusión. Frecuentemente, se confunde con seminarios, trabajos de laboratorio o prácticas, e incluso con reuniones de intercambio de experiencias o jornadas de estudio intensivas que simplemente incorporan formas activas de participación. Aunque el taller comparte ciertas características con estas actividades, ello "no justifica el uso indiscriminado del término"
La Esencia del Taller: Aprender Haciendo en Grupo
Para una primera aproximación a su significado pedagógico, Ander-Egg nos invita a reflexionar sobre la palabra "taller" en su uso corriente. Un taller es, por definición, "un lugar donde se trabaja, se elabora y se transforma algo para ser utilizado".
Aplicado al contexto educativo, el alcance es idéntico: el taller se concibe como "una forma de enseñar y, sobre todo de aprender, mediante la realización de 'algo', que se lleva a cabo conjuntamente". La piedra angular de esta metodología es el "aprender haciendo en grupo". Este aspecto sustancial no solo implica la acción, sino un modo de hacer que posee características propias y se fundamenta en principios pedagógicos específicos
Supuestos y Principios Pedagógicos del Taller
Desde el punto de vista pedagógico, Ander-Egg destaca "ocho notas" fundamentales que caracterizan el taller como modelo de enseñanza-aprendizaje. La primera y crucial de estas notas es que el taller "Es un aprender haciendo". Esto significa que los conocimientos no se reciben pasivamente, sino que "se adquieren en una práctica"
Esta metodología busca trascender la mera transmisión de información para cultivar un tipo de aprendiz capaz de una "elección y autodirección inteligente". Los educandos en un taller deben aprender críticamente, desarrollando la "capacidad de evaluar las contribuciones que hagan a los demás". Se espera que adquieran "conocimientos relevantes para la resolución de los problemas" y que internalicen "la modalidad adaptativa de aproximación a los problemas utilizando la experiencia pertinente de una manera libre y creadora". Además, se fomenta la cooperación efectiva con otros en diversas actividades, y se motiva a trabajar no para la aprobación externa, sino en función de "sus propios objetivos socializados". Estas cualidades, citadas por Carl Rogers en el contexto del aprendizaje, reflejan la intencionalidad transformadora del taller.
El Taller como Herramienta de Cambio, No la Única Solución
Es importante reiterar que "Ni todo lo que se hace a través del taller supone una transformación pedagógica significativa". Si bien el taller tiene la capacidad de "cambiar las relaciones, funciones y roles de los educadores y educandos, introduce una metodología participativa y crea las condiciones para desarrollar la creatividad y la capacidad de investigación" , su implementación por sí sola no garantiza el logro de objetivos pedagógicos finales
Ander-Egg aclara que "pueden plantearse alternativas de renovación pedagógica, sin recurrir necesariamente al taller". Reconoce que el taller es una alternativa válida, pero "parcial". Puede ser un "medio instrumental para profundas reformas pedagógicas", pero estas "no se logran con sólo implementar el taller". De ahí la segunda advertencia del autor: "NO TODA INNOVACIÓN PEDAGÓGICA DEBE RECURRIR NECESARIAMENTE A LA UTILIZACIÓN DEL SISTEMA DE TALLER"
Con estas consideraciones y limitaciones en mente, el taller se presenta como lo que es: "algo modesto", pero con la esperanza de ser "el comienzo o un instrumento de cambios pedagógicos profundos", una "cuña que abre nuevas posibilidades". No es un "comodín" para toda forma pedagógica participativa, ni debe sobrevalorarse como el "gran medio" de renovación pedagógica. Su valor reside en su capacidad para transformar el aprendizaje a través de la acción colaborativa y la reflexión crítica
Referencias
Ander-Egg, E. (1991). El Taller: Una Alternativa de Renovación Pedagógica (2da. ed.). Editorial Magisterio del Río de la Plata
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